La capacitación es un elemento crucial en la implementación efectiva de la LFPIORPI. Las entidades obligadas deben proporcionar capacitación continua a su personal sobre las políticas, procedimientos y obligaciones en materia de prevención de lavado de dinero. Esto incluye: conocimiento de la ley y sus implicaciones, identificación de operaciones inusuales o sospechosas, procedimientos de debida diligencia, y las consecuencias del incumplimiento. La capacitación ayuda a crear una cultura de cumplimiento, mejora la detección de actividades sospechosas y reduce el riesgo de sanciones por incumplimiento.