Las tipologías de lavado de dinero son patrones o métodos comúnmente utilizados para introducir fondos ilícitos en el sistema financiero legal. En el contexto de la LFPIORPI, las entidades deben estar familiarizadas con estas tipologías para detectar actividades sospechosas. Algunos ejemplos incluyen: el uso de testaferros o empresas fachada, la estructuración de depósitos (smurfing), el uso de negocios con alto flujo de efectivo, la compra y venta rápida de bienes inmuebles, o el uso de casinos y juegos de azar. La UIF y organismos internacionales como el GAFI publican regularmente estudios sobre nuevas tipologías, y las entidades deben mantenerse actualizadas para ajustar sus sistemas de detección.